El pasado lunes 8 de abril, habitantes de México, Estados Unidos y Canadá tuvieron la oportunidad de vivir un momento histórico que muy pocos pueden ver más de una vez en su vida: un eclipse solar. Lamentablemente, no todos siguieron las recomendaciones de usar un filtro mayor a 12 puntos de graduación y pusieron en riesgo su visión.

Tal fue el caso de un niño estadounidense de aproximadamente 10 años de edad que habría dañado la retina de sus ojos al observar el eclipse solar sin protección, pues la radiación solar que se percibe en ese momento puede quemar el interior del globo ocular y ocasionar retinopatía solar (ceguera por el eclipse).

El incidente se viralizó en redes sociales, pues el padre del menor se encontraba transmitiendo en vivo tanto su experiencia viendo el eclipse solar. El señor estaba narrando sus emociones cuando su hijo lo llamó asustado: “No puedo ver nada”.

El padre de familia volteó inmediatamente para ver qué estaba pasando. En un principio creyó que era una broma, pero cuando vio que su hijo no abría sus ojos e intentaba encontrarlo con sus manos, su semblante cambió.

Inmediatamente pidió que el infante abriera sus ojos para que describiera cómo veía y el niño lo hizo, pero aparentemente no vio nada, por lo que se soltó a llorar. Entre lágrimas, toda la familia se refugió de los rayos del sol abajo de un techo que se encontraba en el jardín y rodearon al menor, pues estaban preocupados por las consecuencias que habría sufrido al ver el eclipse solar sin protección.