Le picaba todo el cuerpo

casa y decirle a mis padres que tenía cáncer. Me encontraba destrozada«, declaró Grieson a Jam Press.

Antes de iniciar la quimioterapia, la mujer optó por congelar óvulos en caso de que el tratamiento invasivo le imposibilitara quedar embarazada. Durante el proceso, sufrió el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) y debió ser internada por semanas.

 

«(N. del R.: el SHO) Ocurre en mujeres que son muy sensibles a los medicamentos para la fertilidad que se toman para aumentar la producción de óvulos. Se desarrollan demasiados óvulos en los ovarios, que se vuelven muy grandes y dolorosos», comunicó el NHS en su sitio.

 

La recuperación

El 4 de febrero, superó su primera de doce sesiones de quimioterapia. «Me recupero actualmente y estoy lista para la segunda», advirtió en la plataforma.

 

Grieson reveló lo que está viviendo para crear consciencia en los demás. «No quiero generar miedo (…) Si mi historia ayuda a que una persona pida un turno médico y preste atención a su cuerpo, me alegraré«, pconcluyó.