Desde que hace un par de años la actriz y modelo británica Suki Waterhouse confesara que su truco de belleza era lavarse el pelo con Coca-Cola, la lista de trucos caseros para el cabello tiene una nueva entrada. Todavía no llega al nivel del vinagre o de la cerveza, pero echarse Coca-Cola es ya un tema recurrente en algunos foros. En el post de hoy veremos si es un truco que funciona o simplemente una guarrería.
Otra es que tiende a secar el cabello. Esta es la forma fea de decirlo. Waterhouse prefirió decir que la Coca-Cola formaba unas ondas largas en su pelo. Y no mentía: como la Coca-Cola seca el cabello, éste se contrae y el resultado son estas ondas. Y como efecto secundario de esta pérdida de humedad, el pelo se vuelve pajizo −no por el color, sino por la sequedad− y cada pelo se separa uno de otro.
¿A que cuando tienes el pelo mojado se apelmaza y se pega a tu cuero cabelludo? Pues cuando se seca sucede justo lo contrario: cada pelo se separa de los de alrededor y se eleva. Esta es la forma fea de decirlo. Waterhouse decía que conseguía más volumen.
Así que, por resumir, podemos decir que, en algunos casos, lavarse el pelo con Coca-Cola puede conseguir ese efecto de cabello surfero como si hubieras pasado todo el día en la playa: pelo seco, desenredado y con más volumen. ¿Aprobamos entonces el uso de CocaCola?
¡No! El pelo de surfero puede quedar muy bien en las cabezas de las modelos de las revistas, pero no es ni de lejos un estado saludable. Es más, las modelos consiguen esos cabellos con productos especialmente diseñados para aguantar tanto tiempo como duren las galas o las sesiones de fotos en las playas. Es decir, es un efecto temporal, no un estado. Al terminar las fotos, esas modelos recibirán tratamientos reparadores y sus cabellos volverán a estar saludables.