está es la razón por la cual te despiertas a las 3:00 am

El fenómeno de despertarse sobre las 3 de la madrugada, o incluso un poco más tarde, es algo realmente común. Lejos de tener una explicación mística o sobrenatural, se trata en realidad de un tipo de problema muy habitual relacionado con las alteraciones del sueño debidas a la ansiedad.

No obstante, es un fenómeno que merece explicarse con detenimiento para poder comprendedlo mejor y, a su vez, afrontarlo. Despertarse a estas horas de la madrugada y no poder conciliar el sueño de nuevo, supone un problema muy serio si se repite a lo largo de muchos días. De ahí la importancia de saber gestionar adecuadamente esta situación

(no REM y REM).
Generalmente, y en estos casos, al acostarnos, nos cuesta conciliar el sueño, de modo que acabamos durmiéndonos sobre la media noche. La ansiedad va a hacer que nuestro sueño sea fragmentado y que nos cueste mucho llegar a la fase REM, ahí donde el sueño es profundo y reparador. A su vez, en nuestro cerebro se interpreta esta ansiedad en forma de amenaza, como algo de lo que debemos escapar. La sensación de alerta, hace que despertemos violentamente a las pocas horas de habernos dormidos, es decir, sobre las 3 de la madrugada.
Es una reacción natural de nuestro cuerpo ante un estado de ansiedad, ahí donde nuestros neurotransmisores se alteran ocasionando cambios en nuestro sueño.
¿Cómo puedo hacer frente a este problema?
Estamos ante una alteración del sueño originada por la ansiedad. Para poder conciliar un sueño reparador, es necesario que, en primer lugar, hagamos frente a esas fuentes de estrés, a ese problema que nos está generando ansiedad.

Es importante que reconozcas que algo ocurre. Despertarse por la madrugada con sensación de miedo o amenaza es un signo directo de que algo no va bien. Pregúntate a qué se debe, qué hay en tu vida que te incomoda, que te hace infeliz o que te inspira una sensación de amenaza.
Haz pequeños cambios en tu vida, establece prioridades y, a su vez, varía algunos hábitos para que tu cerebro encuentre nuevos estímulos y desahogue tensiones.
Sería muy conveniente que, después de cenar, te dieras un paseo relajante de, al menos, media hora. Anda, respira profundamente, relativiza las cosas. Relájate.
Al llegar a casa, toma un baño relajante y ve a la cama con tranquilidad. Lo último que debes hacer es pensar aquello de “he de dormir bien toda la noche para mañana poder rendir adecuadamente”. Este pensamiento genera estrés en tu cerebro porque lo entiende como una presión, como una obligación: “tengo que dormir”.
Lo mejor es que vacíes tu mente y no pienses en nada. Puedes llevarte un libro a la cama y centrarte en la historia, nada más.
Procura que la habitación esté fresca y bien ventilada y que, además, huela bien. Según los expertos, la temperatura más adecuada para dormir bien son los 20 ºC. En el momento en que sobrepasamos los 25 ºC nuestro cuerpo ya no se siente cómodo. ¡Recuérdalo!